Cuando veop su nombre, lo pinto dentro de mi memoria,
lo decoro, lo vuelvo a pintar, las tardes aquellas en las
que su perfume inundaba mi aura.
Las calles, su voz, la memoria, y sobre todo ella.
Por ahora solo pintando pandilla... Ilustrando.
Fotografía : Iglesia de San Cristobal, Ecatepec.
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